Parroquia San Andres Apostol

Oración mariana del Ángelus el domingo 17 de julio, por el Papa Francisco

imageQueridos hermanos y hermanas ¡buenos días!

En el Evangelio de hoy el evangelista Lucas narra de Jesús, que mientras estaba en camino hacia Jerusalén, entra en un poblado y es recibido en casa de dos hermanas: Marta y María (cfr Lc 10,38-42). Ambas ofrecen acogida al Señor, pero lo hacen en diferentes modos. María se sienta a los pies de Jesús y escucha su palabra (cfr v. 39), en cambio Marta está ocupada preparando cosas; y a un cierto punto dice a Jesús: “Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude” (v. 40). Y Jesús le responde: “Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, una sola es necesaria. María eligió la mejor parte, que no le será quitada” (vv. 41 – 42).

En sus quehaceres y ocupaciones, Marta corre el riesgo de olvidarse. Y este es el problema: corre el riesgo de olvidar la cosa más importante, es decir la presencia del huésped, que era Jesús en este caso. Se olvida la presencia del huésped. Y el huésped no es simplemente servido, alimentado, cuidado en todos los sentidos. Es necesario sobre todo que sea escuchado. Recuerden bien esta palabra: ¡escuchar! Porque el huésped es acogido como persona, con su historia, su corazón rico de sentimientos y de pensamientos, para que se pueda sentir verdaderamente en familia. Pero si tú recibes a un huésped en tu casa y continúas a hacer las cosas, lo haces sentarse allí, callado él, callado tú, es como si fuera de piedra: el huésped de piedra. ¡No! El huésped es escuchado. Cierto, la respuesta que Jesús da a María –cuando le dice que una sola cosa es necesaria- encuentra su pleno significado en referencia a la escucha de la palabra de Jesús mismo, aquella palabra que ilumina y sostiene todo lo que somos y que hacemos. Si nosotros vamos a rezar -por ejemplo- delante al Crucifijo y hablamos, hablamos, hablamos y hablamos, y después nos vamos: ¡no escuchamos a Jesús! No dejamos hablar a Él a nuestro corazón. Escuchar: aquella palabra es clave. ¡No olviden! No debemos olvidar que la Palabra de Jesús nos ilumina, nos sostiene y sostiene todo lo que somos y que hacemos. Pero no debemos olvidar que también en la casa de Marta y María, Jesús, antes de ser Señor y Maestro, es peregrino y huésped. Por lo tanto, su respuesta tiene este primer y más inmediato significado: “Marta, Marta, ¿por qué te afanas tanto por el huésped hasta olvidar su presencia? ¡El huésped de piedra! Para acogerlo no son necesarias muchas cosas; más bien, es necesaria una cosa sola: escucharlo -la palabra: escucharlo-  demostrarle una actitud fraterna, de modo que se sienta en familia, y no en un alojamiento provisional”.

Así entendida, la hospitalidad, que es una de las obras de misericordia, aparece verdaderamente como una virtud humana y cristiana, una virtud que en el mundo de hoy corre el riesgo de ser descuidada. De hecho, se multiplican las casas de descanso y los hospicios, pero no siempre en estos ambientes se practica una hospitalidad real. Se da vida a varias instituciones que atienden muchas formas de enfermedad, de soledad, de marginación, pero disminuye la probabilidad para quien es extranjero, marginado, excluido de encontrar alguno dispuesto a escucharlo. Porque es extranjero, prófugo, migrante. ¡Escuchen aquella dolorosa historia! Incluso en la propia casa, entre los propios familiares, puede suceder que se encuentren más fácilmente servicios y cuidados de varios tipos que escucha y acogida.

Hoy estamos tan atrapados, con frenesí, por tantos problemas -y algunos de ellos no importantes- que nos falta la capacidad de escucha. Estamos ocupados continuamente y así no tenemos tiempo para escuchar. Yo quisiera preguntarle a ustedes, hacerles una pregunta, cada uno responda en su propio corazón: ¿Tú marido, tienes tiempo para escuchar a tu esposa? ¿Y tú, mujer, tienes tiempo para escuchar a tu esposo? ¿Ustedes padres tienen tiempo, tiempo ‘para perder’, para escuchar a sus hijos o a sus abuelos, los ancianos? –pero, los abuelos siempre dicen las mismas cosas, son aburridos…- ¡Pero necesitan ser escuchados!”. Escuchar. Les pido aprender a escuchar y dedicarles más tiempo. En la capacidad de escucha está la raíz de la paz.

La Virgen María, Madre de la escucha y del servicio premuroso, nos enseñe a ser acogedores y hospitalarios hacia nuestros hermanos y nuestras hermanas.

Radio Vaticano.

Cantaremos – 24 de Julio Domingo XVII del Tiempo Ordinario /C

Jesús viene del Pueblo judío, y los judíos del A.T tenían una imagen temible de Dios. Cada mañana y cada noche ellos repetían la oración del Chemá: “Escucha Oh Israel, el Señor tu Dios es tu único Dios,,,” Se repetía la Ley del Sinaí. Jesús sorprende a todos cuando responde a la petición de sus discípulos que querían aprender a orar. Utiliza un lenguaje completamente diferente al acostumbrado por el pueblo judío. Comienza por llamas a Dios “Padre”. Su oración empieza llamando a Dios  “Abbá”, (papi, papito). Es el lenguaje del niño pequeño que se dirige a su papá y a su mamá “Abbá”…”Immá”. ¡Nadie se hubiera atrevido a dirigirse a Dios con ese lenguaje tan infantil…..

Cuando Jesús habla, lo hace desde su experiencia interior de Dios, porque él es el Hijo. Tal vez por eso, la ternura rebosante del corazón del Padre es el corazón del mensaje de Jesús. Partiendo de esta relación filial arranca, sin duda alguna, el centro de la Buena Noticia de la salvación, la puerta que nos abre la entrada al reino de Dios. La vida de Jesús es una vida de oración y lo debe ser también la nuestra.  Él va más allá de la forma ritual de orar: para él la oración es Vida, el sentimiento que implica una completa entrega a Dios, lo que sería una vida de santidad. Es decir, la oración que nos enseña Jesús, es todo un programa de vida.

“La santidad es el aroma de la cercanía de Dios”, dice Guardini. Al Pedir que “su nombre sea Santo, prestamos nuestra vida para que en ella se transparente el brillo de su Presencia. “El pan de cada día” implica previsión, no el acaparamiento.  Sino,¿cómo pediríamos lo que nos sobra y que en cambio le hace falta a los demás?…

Por último se no pone de frente el terreno de nuestra fragilidad:  ¡ayúdanos a no caer en la tentación!. Al concluir esta oración -la más hermosa-  es posible percibir la paz, apoyados en la certeza de que hay Alguien está con nosotros.

CANTAREMOS:

      • Iglesia peregrina …………………………………108
        • Señor ten piedad – Gloria
        • Aleluya – Antífona
      • Este pan y vino …………………………………….91
        • Santo – Padre nuestro
        • La Paz – Cordero de Dios
      • Un pueblo que camina ………………………… 207
      • A comer tu pan ………………………………….   16
      • Vendrá la libertad ……………………………… 210
      • Cantad al Señor ………………………………..   52

24 de Julio – Domingo XVII del Tiempo Ordinario /C

Evangelio según San Lucas Lc 11,1-13)

Un día, Jesús estaba orando y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: “Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos”.
Entonces Jesús les dijo: “Cuando oren, digan:

‘Padre, santificado sea tu nombre,
venga tu Reino,
danos hoy nuestro pan de cada día
y perdona nuestras ofensas,
puesto que también nosotros perdonamos
a todo aquel que nos ofende,
y no nos dejes caer en tentación’ “.

También les dijo: “Supongan que alguno de ustedes tiene un amigo que viene a medianoche a decirle: ‘Préstame, por favor, tres panes, pues un amigo mío ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle’. Pero él le responde desde dentro: ‘No me molestes. No puedo levantarme a dártelos, porque la puerta ya está cerrada y mis hijos y yo estamos acostados’. Si el otro sigue tocando, yo les aseguro que, aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo, por su molesta insistencia, sí se levantará y le dará cuanto necesite.

Así también les digo a ustedes: Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, toquen y se les abrirá. Porque quien pide, recibe; quien busca, encuentra, y al que toca, se le abre. ¿Habrá entre ustedes algún padre que, cuando su hijo le pida pan, le dé una piedra? ¿O cuando le pida pescado, le dé una víbora? ¿O cuando le pida huevo, le dé un alacrán? Pues, si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan?”

Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia

El Padre Andrzej Majewski ante la inminente JMJ de Cracovia

image(RV).- La Jornada Mundial de la Juventud vuelve a Polonia, tras la celebrada hace un cuarto de siglo ya, en 1991 en Częstochowa, con San Juan Pablo II. Mientras la primera, fuera del Vaticano – la segunda edición – recordamos, fue en Buenos Aires, en 1987, en la ciudad de la que el Papa Francisco ha sido su Arzobispo…

En efecto en 1986 el Papa Juan Pablo II anunciaba que la segunda edición internacional de la Jornada Mundial de la Juventud fuera del Roma sería en Buenos Aires, el Domingo de Ramos de 1987. Entonces más de un millón de jóvenes procedentes de los cinco continentes se dieron cita en la Avenida 9 de julio de la capital argentina para participar en aquellas jornadas inolvidables.

Teniendo en cuenta que faltan pocos días ya para el viaje del Papa Francisco a Cracovia con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en la ciudad, no sólo del amado Papa Karol Wojtyla, Santo Patrono de las JMJ, sino también de Santa Faustina Kowalska, apóstol de la Divina Misericordia, muy conocida también en América Latina, hemos conversado con el sacerdote jesuita polaco Andrzej Majewski, Director de los Programas de Radio Vaticano, acerca de las expectativas que se viven en Polonia ante un evento tan significativo para la juventud católica.

Padre Andrzej, es interesante esa relación que se establece entre los jóvenes y el Papa, o mejor dicho entre los jóvenes y los últimos tres Papas, puesto que también Benedicto XVI participó en la JMJ de Madrid en el año 2011, y también al año siguiente en Roma…

De modo que la pregunta sería ¿qué sucede entre los chicos – que tienen tanta sed de conocimiento y de acción, con los generalmente ancianos Santos Padres – llamados siempre a confirmar en la fe, pero en este caso, casi como haciendo “un salto generacional”, con expresiones y medios incisivos, modernos por decirlo de alguna manera, mediante los cuales, sin embargo, el mensaje que quieren comunicarles no cambia?

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Cantaremos – XVI Domingo del Tiempo Ordinario /C

Saber elegir lo que Dios desea

III.1. El evangelio de Lucas nos presenta a Jesús, en su camino a Jerusalén, que hace una pausa en casa de Marta y María. Ya es sintomático que se nos describa esta escena en la que el Señor entra en casa de unas mujeres, lo que no podía ser bien visto en aquella sociedad judía. Pero el evangelista Lucas es el evangelista de la mujer y pone de manifiesto aquellos aspectos que deben ser tenidos en cuenta en la comunidad cristiana. Sin la cooperación de la mujer, el evangelio hubiera sido excluyente. El sentido de este episodio ha dado mucho que hablar, dependiendo del tipo de traducción que se adopte del original griego: “una sola cosa es necesaria”, o por el contrario “pocas cosas son necesarias”, dependiendo de los manuscritos. La primera opinión parece más coherente. Muchos pensaron que se trataba de defender la vida contemplativa respecto de la vida activa o apostólica. Esta es ya una vieja polémica que no tiene sentido, porque las dos cosas, los dos aspectos, son necesarios en la vida cristiana. La opción polémica entre la vida activa y la vida contemplativa sería empequeñecer el mensaje de hoy, porque debemos armonizar las dos dimensiones en nuestra vida cristiana.

III.2. Lo que Lucas subraya con énfasis es la actitud de escuchar a Jesús, al Maestro, quien tiene lo más importante que comunicar. No quería decir Jesús que “un solo plato basta”, como algunos han entendido, sino que María estaba eligiendo lo mejor en ese momento que él las visita. Este episodio, todavía hoy, nos sugiere la importancia de la escucha de la Palabra de Dios, del evangelio, como la posibilidad alternativa a tantas cosas como se dicen, se proponen y se hacen en este mundo. Jesús es la palabra profética, crítica, radical, que llega a lo más hondo del corazón, para iluminar y liberar. Ya es sintomático, como hemos apuntado antes, el detalle que Lucas quiera poner de manifiesto el sentido del discipulado cristiano de una mujer en aquél ambiente.

III.3. Tampoco se debería juzgar que Marta es desprestigiada, ¡ni mucho menos!, ¡está llevando a cabo un servicio!, pero tiene que saber elegir. Muchas veces, actitudes contemplativas pueden ocultar ciertos egoísmos o inactividad de servicio que otros deben hacer por nosotros. Porque Jesús, camino de Jerusalén, ha pasado por su lado y es posible que en su afán no supiera, como María, que tenía que dejar huella en su vida. María se siente auténtica discípula de Jesús y se pone a escuchar como la única cosa importante en ese momento. Y de eso se trata, de ese ahora en que Dios, el Señor, pasa a nuestra lado, por nuestra vida y tenemos que acostumbrarnos a elegir lo más importante: escucharle, acogerle en lo que tiene que decir, dejando otras cosas para otros momentos. Lucas, sin duda, privilegia a María como oyente de la palabra y eso, en este momento de subida a Jerusalén, es casi decisivo para el evangelista. Se quiere subrayar cómo debemos, a veces, sumergirnos en los planes de Dios. De eso es de lo hablaba Jesús camino de Jerusalén (según Lucas) y María lo elige como la mejor parte. Marta… no ha podido desengancharse… y ahora debiera haberlo hecho.

Fray Miguel de Burgos Núñez
Lector y Doctor en Teología. Licenciado en Sagrada Escritura

CANTAREMOS:

      • Reunidos en el nombre del Señor ……………………………………. 159
        • Ten piedad – Gloria
        • Aleluya – Antífona
      • Te ofrecemos Señor ……………………………………………………… 186
        • Santo – Padre nuestro
        • La Paz – Cordero de Dios
      • Señor tu eres nuestra luz ………………………………………………. 171
      • Tan cerca de mi …………………………………………………………… 193
      • Sólo el amor ……………………………………………………………….. 166

17 de Julio – XVI Domingo del Tiempo Ordinario /C

Evengelio según san Lucas (Lc 10,38-42)

En aquel tiempo, entró Jesús en un poblado, y una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa. Ella tenía una hermana, llamada María, la cual se sentó a los pies de Jesús y se puso a escuchar su palabra. Marta, entre tanto, se afanaba en diversos quehaceres, hasta que, acercándose a Jesús, le dijo: “Señor, ¿no te has dado cuenta de que mi hermana me ha dejado sola con todo el quehacer? Dile que me ayude”.

El Señor le respondió: “Marta, Marta, muchas cosas te preocupan y te inquietan, siendo así que una sola es necesaria. María escogió la mejor parte y nadie se la quitará”.

El Rey está desnudo por Laureano Márquez

Tal Cual . 07-07-2016
LAUREANO MÁRQUEZ @laureanomar


La narración de este hecho tan primitivo se nos parece demasiado a las horrendas escenas de los judíos a los que los nazis hacían desfilar desnudos frente al pueblo alemán


MaduroLo que acaba de suceder en Mérida con los jóvenes del seminario San Buenaventura es sumamente grave y no es la primera vez que sucede en estos tiempos de revolución. De regreso de clases de inglés, algunos seminaristas fueron interceptados por los denominados “colectivos” y fueron golpeados y amenazados. Como, ante la pregunta de si eran “escuálidos o chavistas”, ellos respondieron: “seminaristas”, eso bastó para desatar la agresiva acción de despojarlos de su ropa y dejarlos completamente desnudos en la vía pública.

La narración de este hecho tan primitivo se nos parece demasiado a las horrendas escenas de los judíos a los que los nazis hacían desfilar desnudos frente al pueblo alemán. Es curioso que este régimen, siempre tan presto a usar el término “fascista” para acusar a todo el que discrepa de sus métodos, no alcance a verse a sí mismo con la misma distancia con la que lo verá la historia. Le sucede como al rey del cuento de Andersen: tanta arrogancia, tanta prepotencia le ha nublado la humanidad, como si fuese a durar para siempre, como si no hubiese eternidad.

Desnudar a una persona es una de las más viles formas de humillación que se conocen, porque pretende deshumanizar al individuo en contra del cual se practica, exponiendo su intimidad, dejándolo completamente indefenso y vulnerable con la intención de someterlo al desprecio público. La desnudez se considera históricamente como símbolo de vergüenza. Desnudar a alguien como castigo pretende mancillar la dignidad, herir la intimidad, agraviar el amor propio, porque lo que distingue al ser humano es que es el único animal que se viste, que descubre su humanidad cuando descubre su desnudez. Usar este despropósito como castigo es un delito; y si es aceptado o promovido por el Estado constituye una violación mucho más grave, porque es lo que se denomina delito de lesa humanidad, que castiga el Estatuto de Roma, sin que nadie pueda argumentar en su defensa que tal acción le fue ordenada.

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Cantaremos – Domingo XV del Tiempo Ordinario /C

LA PARÁBOLA DE JESÚS- NUESTRA REALIDAD DE HOY….

Un maestro de la ley le pregunta a Jesús: ”  ¿quién es mi prójimo?”. ¡ la misma pregunta que se hacen todos los que desean cumplidores de la ley!   Para aquél Maestro de la ley, el otro, los demás, los que sufren, cuentan poco. Lo importante es cumplir la ley.  Las enseñanzas de Jesús en cambio, van en otra dirección: Jesús pasó haciendo el bien a todo el que encontraba en su camino sin importarle el día de la semana, ni las normas de pureza. Por eso le responde con una parábola:  “En el camino que baja de Jerusalén a Jericó, un hombre fue asaltado por bandidos que después de quitarle todo, lo dejaron medio muerto”….

Aquél hombre, puede ser hoy cualquiera de nosotros, expuestos más que nunca en cualquier semáforo, en cualquier autopista, en cualquier mercado…. Ya son muchos los amigos, los conocidos que han sido víctimas de la violencia. La enfermedad y la falta de medicamentos ya es problema de todos…. Ahora sólo resta ubicarnos, cuál el lugar que ocupamos. “Pasó un Sacerdote”…. para quién hoy ya no es posible permanecer dentro de los límites sacramentales de la liturgia. El magisterio hoy se hace signo visible en la ayuda que dirige y promueve la Iglesia en favor de los más pobres y necesitados, en el gesto compasivo y solidario allí donde el dolor oprime. 

Jesús  nos lanza un llamado a todos: “continúa diciendo que pasó un levita… también observó al herido, pero al fin y al cabo,  no era su problema. Su “religiosidad” no daba para ocuparse del prójimo. Por último pasa un samaritano que ni siquiera pertenece  “al pueblo elegido. Se dedica a sus negocios de comerciante. Sin embargo al ver al herido siente compasión y hace todo lo que puede para ayudarlo. Jesús concluye diciendo: “Vete y haz tú lo mismo”. Ser cristiano es una manera de vivir, un estilo de caminar, una manera de relacionarnos…. es vivir comprendiendo en qué momento nuestro hermano necesita nuestro pan. 

CANTAREMOS:

      • El Señor nos llama y nos reúne
        • Ten piedad – Gloria
        • Aleluya – Antífona
      • Te vengo a ofrecer
        • Santo – Padre nuestro
        • La Paz – Cordero de Dios
      • Con nosotros está
      • Si yo no tengo amor
      • Ya no temo

10 de Julio–Domingo XV del Tiempo Ordinario /C

Evangelio según san Lucas LC 10,25-37

En aquel tiempo, se presentó ante Jesús un doctor de la ley para ponerlo a prueba y le preguntó: “Maestro, ¿qué debo hacer para conseguir la vida eterna?” Jesús le dijo: “¿Qué es lo que está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?” El doctor de la ley contestó: “Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu ser, y a tu prójimo como a ti mismo”. Jesús le dijo: “Has contestado bien; si haces eso, vivirás”.

El doctor de la ley, para justificarse, le preguntó a Jesús: “¿Y quién es mi prójimo?” Jesús le dijo: “Un hombre que bajaba por el camino de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos ladrones, los cuales lo robaron, lo hirieron y lo dejaron medio muerto. Sucedió que por el mismo camino bajaba un sacerdote, el cual lo vio y pasó de largo. De igual modo, un levita que pasó por ahí, lo vio y siguió adelante. Pero un samaritano que iba de viaje, al verlo, se compadeció de él, se le acercó, ungió sus heridas con aceite y vino y se las vendó; luego lo puso sobre su cabalgadura, lo llevó a un mesón y cuidó de él. Al día siguiente sacó dos denarios, se los dio al dueño del mesón y le dijo: ‘Cuida de él y lo que gastes de más, te lo pagaré a mi regreso’.

¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del hombre que fue asaltado por los ladrones?” El doctor de la ley le respondió: “El que tuvo compasión de él”. Entonces Jesús le dijo: “Anda y haz tú lo mismo”.