Etiqueta: Comunidad

El Señor, por su cuenta, os dará una señal…

Reflexión para el tercer Domingo de Adviento

El Señor, por su cuenta, os dará una señal…Señales… Me sobrecojo, en este final de Adviento, ante una guerra cruel a la vuelta de la esquina. De años y muertos, que arrastra una cadena cuyo origen me desborda. Más violencia. Corrupción. Apatía y desesperanza. Falta de compromiso, que también identifico en mí. Nadie levanta la voz para romper con un fuerte grito de rebeldía tanto silencio cómplice. Siempre igual. Y Tú te empeñas en seguir diciendo que hay señales, que las sigues poniendo. Tus señales…

Os dará una señal… La quiero ver en los medios que pregonan las informaciones de última hora, en los analistas que diseccionan el presente para explicar lo que va a llegar, o en los líderes espontáneos que surgen por doquier. En la tele, en el cielo, o en Internet. Donde se publica lo importante… Pero voy perdiendo la esperanza de que llegue algo nuevo, y me dejo llevar por la decepción de los demás.

Hay señales… Ya están puestas. Y quizás porque siempre estuvieron ahí desde que Tú las dejaste, me he acostumbrado a no verlas. La señal, que por naturaleza pasa desapercibida, necesita que aprenda su lenguaje. Siempre más profundo, más fino, más sugerente y silencioso. Porque la señal es sólo una puerta que me abre, si acierto con la llave, a una realidad en la que Tú estás en todo… Hay señales, pistas de esperanza, a veces escondidas en la vida diaria, que me empujan a dar pasos, siguiendo un camino alternativo hacia ti…

Leer más

El Señor nos conceda la Paz

La mujer, lo mismo que ocupa un lugar central y único en la historia humana (madre, esposa, hija, hermana, novia, compañera) así está en la historia de la salvación. Una acción que a nadie se le hubiera podido imaginar, en cuanto que ha sido en la historia de la Sagrada Familia, absolutamente personal y exclusiva: Esta mujer es María.

Su presencia reposa sobre un acto de fe, de confianza, de intrepidez inigualable: No es intervención tan solo biológica, ni se reduce a la gestación; integró simultáneamente un realismo metafísico al ofrecer naturaleza humana al mismo Dios, y una maternidad espiritual mantenida a lo largo de los siglos de manera activa y sobrenatural a la humanidad entera.

Celebramos en este día la solemnidad de Santa María Madre de Dios. Es la primera fiesta mariana que podemos constatar en la Iglesia occidental. La última reforma del calendario trasladó al 1 de enero la fiesta de la maternidad divina, que desde 1931 se celebraba el 11 de octubre en memoria del Concilio de Éfeso (431) donde se proclama a María “Theotocos”, la que dio a luz al Salvador, el Hijo de Dios.

Celebramos también La Jornada Mundial de la Paz, cuyo  mensaje no puede ser ignorado por los cristianos que deben trabajar denodadamente por la paz, amenazada en el mundo cada día con formas y lugares novedosos y más sorprendentes.

Fray Manuel González de la Fuente
Valladolid

El Vaticano, el diálogo y la gente

Alberto Arteaga Sánchez.

Como ciudadano, como pueblo o, simplemente, formando parte de la Iglesia y de la gente común y corriente me pregunto: ¿qué significa para nosotros el diálogo?; ¿cuál es el papel del Vaticano?, y ¿qué podemos esperar en estos duros momentos de necesidades extremas que no nos amenazan, sino que ya han tomado cuerpo en la más cruda realidad?

Todos los días somos actores y testigos de la tragedia en la que se ha convertido nuestra vida, pendientes y en busca de la medicina que nos han recetado con tres o cuatro denominaciones farmacológicas escritas en récipes arrugados y amarillentos, en ejercicio de inútil repetición en todas las farmacias a nuestro alrededor y con la misma respuesta: “No hay”; los alimentos suben de precio en forma permanente; los sueldos no cubren las necesidades básicas; y las cantidades de billetes que se alojan en nuestros bolsillos nada compran de lo poco que se ofrece.

Niños con padecimientos crónicos y graves con madres desesperadas; indigentes que deambulan por las calles a la caza de algún alimento; instituciones de caridad a punto de cerrar sus puertas, pero confiando en la Providencia, que no desampara; la violencia y la inseguridad haciendo de las suyas en una ciudad sin ley y sin justicia.

Leer más

Misas de Navidad y Año Nuevo 2017

Parroquia San Andrés Apostol

Misas de Navidad y Año Nuevo 2017

Capilla La Milagrosa, Calle Norte 1,, Urb El Placer, Caracas. Tf: 0212-962.00.31

Sábado, 24 de Diciembre   7:00 p.m.

MISA DE NOCHEBUENA

Domingo, 25 de Diciembre 12:00 m

MISA DE LA SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR

Lunes, 26 de Diciembre      6:00 p.m.

MISA DE LA FIESTA DE SAN ESTEBAN, PROTOMÁRTIR

Martes, 27 de Diciembre    6:00 p.m.

MISA DE LA FIESTA DE SAN JUAN, APÓSTOL Y EVANGELISTA

Miércoles, 28 de Diciembre 6:00 p.m.

MISA DE LA FIESTA DE LOS SANTOS INOCENTES

Jueves, 29 de Diciembre      6:00 p.m

MISA DE LA V FERIA DE LA OCTAVA DE NAVIDAD

Viernes, 30 de Diciembre      6:00 p.m.

MISA DE LA FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA DE JESÚS,MARÍA Y JOSÉ

Sábado, 31 de Diciembre   5:00 p.m

6:00 p.m.          

HORA SANTA

MISA DE LA SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA,MADRE DE DIOS

Domingo, 1º de Enero      12:00 m.

MISA DE LA SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA,MADRE DE DIOS

Programa Parroquia San Andrés Apóstol. Misas de Aguinaldos.

Parroquia San Andrés Apóstol

Programa de misas de Navidad y Año nuevo 2018

Misas de Aguinaldos

 

Viernes, 15 de Diciembre
6:00 p.m
Calle Loma Larga, Qta Cala de Agua, Urb. Los Guayabitos
Sábado, 16 de Diciembre
6:00 p.m
MISA DEL IV DOMINGO DE ADVIENTO
Domingo, 17  Diciembre
12:00 m.
Capilla La Milagrosa
MISA DEL IV DOMINGO DE ADVIENTO
Lunes, 18 de Diciembre
5:00 p.m.
Calle Sur 3, Qta Alborada, Urb. El Placer
Martes, 19 de Diciembre
5:00 p.m.
Calle Sur 3. Qta Piluquita, Urb. El Placer
Miércoles, 20 de Diciembre
5:00 p.m.
Calle Sur 6, Qta Lejanía, Urb. El Placer
Jueves, 21 de Diciembre
5:00 p.m.
Calle Sta. Isabel con Calle San Antonio Qta. Punto Alto 14
Urb. Monte Elena
Viernes, 22 de Diciembre
5:00 p.m
Casa San Enrique de Ossó, Urb. Villa Laura
Sábado, 23 de Diciembre
6
:00 p.m
Capilla La Milagrosa
MISA DEL IV DOMINGO DE ADVIENTO
Domingo, 24  Diciembre
12
:00 m
Capilla La Milagrosa
MISA DEL IV DOMINGO DE ADVIENTO

I Domingo de Adviento . Vigilancia y discernimiento

III.1. El evangelio del día (en el ciclo de Mateo que comienza hoy) nos ofrece un pasaje del último discurso de este evangelista, de los cinco que estructuran su obra (5-7; 10; 13; 18; 24-25), que en realidad es el equivalente de Mc 13, conocido como discurso apocalíptico. De alguna manera se quiere hacer una unión con el penúltimo domingo del año litúrgico. Y es que el Adviento parte de la experiencia de una historia gastada, agotada, y apunta a una esperanza nueva e inaudita: la esperanza de un salvador que traiga luz, justicia y paz a los hombres. Un juicio sobre nuestras acciones, un discernimiento más bien, es algo que está presente en la proclamación profética y que cobra tintes más dramáticos en los profetas de tendencia apocalíptica. Este mundo, piensan, no puede seguir así y Dios tiene que tomar las riendas de la historia humana, como en el tiempo de Noé y el diluvio. Sobre esta comparación está montada la parte del discurso que quiere trasmitir a los cristianos, en nombre de palabras de Jesús, la necesidad de la “vigilancia”.

III.2. En la prehistoria de Israel, el diluvio universal es todo un mito simbólico que prepara adecuadamente la aparición de un tiempo nuevo: la llamada de Abrahán, el padre del pueblo, el creyente que confía en Dios. Los once primeros capítulos del Génesis narran cómo la humanidad busca su identidad al margen de su creador y está a punto de perderse por la maldad y la arrogancia. Parece como si la obra que había salido de las manos de Dios hubiera perdido su sentido. Los hermanos no se respetan, se matan y la humanidad se pervierte perdiendo su chispa divina. La “historia” o narración del diluvio, no obstante, pone como símbolo un “resto” que pueda garantizar un futuro mejor. Es evidente que la historia, nuestra historia, necesita ser siempre renovada. Eso es lo que buscan los hombres de todas las religiones y tendencias. Y eso es lo que se propone también con este tipo de discurso, producto de una mentalidad apocalíptica, que no es lo más característico de Jesús, sino más bien de una comunidad, como la de Mateo, en la que permanecen muchas concepciones del judaísmo.

Leer más

Nota Eclesial : Venciendo obstáculos como Zaqueo.

(RV).- No es lo que somos ni lo que tenemos lo que nos impulsa a buscar a Cristo, sino la necesidad de experimentar su misericordia. Así observamos a Zaqueo en el Evangelio (Lucas 19, 1-10) superando obstáculos para conocer a Jesús y ser testigo de la salvación.

“Hoy ha llegado la salvación a tu casa”  (Lc 19, 9),  le dijo Jesús al hombre que luego de tantas situaciones no orientadas al bien común es impactado por la misericordia de Dios que, sin mirar la condición del pecador se agrada en el esfuerzo por alcanzarlo para estar con Él.

De esta manera actuó Zaqueo, venciendo las dificultades para conocer a Jesucristo. En la resiente Jornada Mundial de la Juventud, el Papa Francisco hablaba sobre estos obstáculos superados por Zaqueo. “El primero es la baja estatura: Zaqueo no conseguía ver al Maestro, porque era bajo”, pero no podemos obviar que nuestra estatura espiritual es tan grande como el don de ser hijos de Dios que nos impulsa siempre a buscarlo.

Francisco menciona la “vergüenza paralizante”, como un segundo obstáculo que hace permanecer en el pecado, cerrando los ojos a la salvación. El Papa decía en aquella homilía “no se avergüencen de llevarle todo, especialmente las debilidades, las dificultades y los pecados, en la confesión: Él sabrá sorprenderlos con su perdón y su paz”.

Y luego el obstáculo de la “multitud que murmura” a quienes quieren estar cerca de Jesús, cuya misericordia es infinita. Jesucristo no mira el pasado del hombre arrepentido sino su propósito de construir con el Evangelio, compartiendo con los pobres sus bienes, un puente para ser testigo de la salvación.

La salvación nos hace herederos del amor y la misericordia de Dios, recuerda que somos capaces de seguir venciendo los obstáculos de un mundo relativista para encontrarnos con Jesucristo en su Evangelio y los sacramentos, y vivir la alegría de la salvación.

P. Johan Pacheco para RADIO VATICANA.

http://es.radiovaticana.va/news/2016/10/29/nota_eclesial-_p_johan_pacheco_-_domenica_30_octubre_2016/1268629

"Y tú ¿Quién dices que soy yo? Mirando a Jesús sabemos quiénes somos"

imageLa lectura del Evangelio de este domingo es de triple tradición, es decir, está presente en los tres Evangelios sinópticos (Mc 8, 27-30; Mt 16, 13-20). Lucas sigue aquí el relato de Marcos, el cual se encuentra exactamente al centro y marca un antes y después en la relación de Jesús y sus discípulos. Se trata, pues, de un relato que nos habla de algo tan importante para las primeras comunidades cristianas: Quién es Jesús. De esta respuesta depende la vida de cada creyente y de cada comunidad, en Judea y en el mundo entero.

La doble pregunta de Jesús (“¿Quién dice la gente que soy yo?” Y “Ustedes, ¿Quién dicen que soy?”) genera una respuesta decisiva en sus seguidores. Se conoce a Jesús por lo que dice y hace, pero sobre todo como Aquel que viene en la historia para cambiar la historia. La respuesta de Pedro no sólo habla de su fe, sino de una confesión de fe. Es decir, nace de la propia experiencia, del día a día vivido con él: “Tú eres el Cristo de Dios” (v 20). El elegido, el enviado, el Salvador. Una identidad de Jesús que será totalmente manifestada en la cruz y en el seguimiento. No se conoce de oídas o viendo, se conoce viviendo y dando la vida por quien se ama. Mientras que la respuesta de los discípulos sumerge a Cristo en la historia, la respuesta de Pedro la trasciende.

Por eso Jesús es realista y anuncia las consecuencias de darlo todo. Amplía el sentido de la vida, de la muerte y de la entrega por una causa justa. Y esto no gusta.  Cuando la verdad de Jesús se ve desde la cruz, el servicio y la acogida, preferimos muchas veces no escucharla ni comunicarla y menos aún vivirla. Pero Jesús, maestro que enseña mirando a los ojos, nos regala el significado de nuestra propia identidad en un seguimiento posible y necesario: “El que quiera venir conmigo, renuncie a sí mismo, cargue con su cruz de cada día y sígame” (v 23). Es la llamada de alguien que ve con esperanza el futuro porque confía en el presente y reescribe la historia con nosotros: desde abajo, en lo cotidiano y con nuestras fragilidades. Por tanto, se trata de un Evangelio que presenta tres identidades: la que los discípulos le dan a Jesús; la que Jesús transmite de sí mismo; y la que invita a ser paso a paso con él. Escuchándonos sabemos también quién es Jesús y “mirando a Jesús sabemos quiénes somos” (Congregación General 35 de la Compañía de Jesús).

Leer más

26 de Junio – Domingo XIII. Comentario bíblico.

Marco: Dos centros de interés: la decisión firme de Jesús de ir a Jerusalén y el hecho de que es rechazado por los samaritanos precisamente porque va hacia Jerusalén.
Reflexiones

1ª) ¡El seguimiento de Jesús es un camino hacia Jerusalén!

La vida de Jesús y su misión culmina en Jerusalén. Era necesario realizar el proyecto salvador establecido por el Dios que habló por los profetas (Is 2,2-3; Is 60,1ss). Estos anuncios iluminan la narración lucana del camino de Jesús hacia la ciudad, centro de la salvación. Allí se realiza la muerte y resurrección de Jesús, su ascensión y Pentecostés. Y de allí partirán los Apóstoles a anunciar a Jesús por el mundo. Es importante esta espiritualidad de Jerusalén que impulsa el camino del seguimiento hacia ella. Se trata de una comprensión de la vida del discípulo de Jesús siempre en marcha hacia el centro salvador que da sentido pleno a su vida. No importa el lugar geográfico en que se encuentre. Lo importante, dice el Espíritu Santo a través de Lucas, es que entendamos y vivamos nuestra vida en medio del mundo como peregrinos hacia la patria. Esta espiritualidad la comparten otros autores del Nuevo Testamento como Pedro o el autor de la carta a los Hebreos.

2ª) ¡La violencia no entra en los planes de Dios!

Conocemos bien las relaciones entre judíos y samaritanos*. Desde el siglo II a.C., fueron cruelmente tratados por los asmoneos*. El Nuevo Testamento nos ha dejado rasgos y vestigios suficientes para comprender la animosidad, a veces odio, que sentían unos contra otros. Este es el mundo en que vive Jesús. Pero Jesús, al comenzar el camino, advierte a los suyos que hay que alejar todo deseo de venganza, odio y persecución. Será necesario el largo viaje para ir modelando poco a poco a sus discípulos y futuros voceros por el mundo que habrán de insistir en que toda la salvación es fruto del amor benevolente y de la misericordia de Dios. El discipulado fue una labor lenta llevada a cabo por Jesús. El Reino tiene fuerza por sí mismo para establecerse entre los hombres sin recurrir a medios violentos o de poder. El poder de Dios, que se manifiesta en el establecimiento del Reino por medio de la cruz y resurrección. Hoy como ayer seguimos sintiendo la tentación del recurso a otros medios para establecer ese Reino. Hoy también tienen vigencia estas palabras de Jesús en medio de un mundo agresivo que se esfuerza en imponer su propio proyecto en todos los planos: económico, social, cultural e, incluso en muchas ocasiones, religioso. El Reino Dios no puede coexistir con la violencia.

Leer más