Etiqueta: Evangelio

20 de Diciembre – Domingo IV de Adviento /C

Evangelio según san Lucas (Lc 1,39-45)

En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea y, entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la creatura saltó en su seno.
Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó: “¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor”.

13 de Diciembre – III Domingo de Adviento /C

Evangelio según san Lucas (Lc 3,10-18)

En aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan el Bautista:
–¿Qué debemos hacer?
El contestó:
–Quien tenga dos túnicas, que dé una al que no tiene ninguna, y quien tenga comida,que haga lo mismo.
También acudía a él los publicanos para que los bautizara,  y le preguntaban:
–Maestro, ¿qué tenemos que hacer nosotros?
El les decía:
–No cobren más de lo establecido.
Unos soldados le preguntaron:
–Y nosotros ¿qué tenemos que hacer?
El les dijo:
–No extorsionen a nadie, ni denuncien a nadie falsamente, sino conténtense con su salario.
El pueblo estaba en expectación y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías, Juan los sacó de dudas, diciéndoles :
– Es cierto que yo bautizo con agua, pero ya viene otro más poderoso que yo, a quien  no merezco desatarle las correas de sus sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. Él tiene el bieldo en la mano para separar el trigo de la paja; guardará el trigo en el granero y quemará la paja en un fuego que no se extingue.
Con éstas y otras muchas exhortaciones anunciaba al pueblo la buena nueva.

6 de Diciembre – Domingo II de Adviento /C

Evangelio según san Lucas (Lc 3,1-6)

En el año décimo quinto del reinado del César Tiberio, siendo Poncio Pilato procurador de Judea; Herodes, tetrarca de Galilea; su hermano Felipe tetrarca de Iturea y Traconítide; y Lisanias tetrarca de Abilene; bajo el pontificado de los sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino la Palabra de Dios en el desierto sobre Juan, hijo de Zacarías.
Entonces comenzó a recorrer toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de penitencia para el perdón de los pecados, como está escrito en el libro de las predicciones del Profeta Isaías:
«Ha resonado una voz en el desierto:
Preparen el camino del Señor, hagan rectos sus senderos. 
Todo valle será rellenado, toda montaña y colina, rebajada;
lo tortuoso se hará derecho, los caminos ásperos serán allanados 
y todos los hombres verán la salvación de Dios.»

29 de Noviembre. I Domingo de Adviento /C

Evangelio según san Lucas (Lc 21,25-28.34-36)

En aquel tiempo Jesús dijo a sus discípulos: "Habrá señales prodigiosas en el sol, en la luna y en las estrella. En la tierra, las naciones se llenarán de angustias y de miedo por el estruendo de las olas del mar; la gente se morirá de terror y de angustiosa espera por las cosas que vendrán sobre el mundo, pues hasta las estrellas se bambolearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y majestad. Cuando estas cosas comiencen a suceder , pongan atención y levanten la cabeza porque se acerca la hora de su liberación." "Estén alerta para que los vicios, con el libertinaje ,la embriaguez y las preocupaciones de esta vida no entorpezcan su mente y aquel día los sorprenda desprevenidos; porque caerá de repente como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra. Velen, pues, y hagan oración continuamente, para que puedan escapar de todo lo que ha de suceder y comparecer seguros ante el Hijo del hombre.”

22 de Noviembre–XXXIV Domingo del Tiempo Ordinario /B

Evangelio según san Juan (Jn 18-33,37)

En aquel tiempo, preguntó Pilato a Jesús:
–¿Eres tú el rey de los judíos?
Jesús le contestó:
–¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?
Pilato replicó:
–¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí: ¿Qué has hecho?
Jesús le contestó:
–Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí.
Pilato le dijo:
–Conque, ¿tú eres rey?
Jesús le contestó:
–Tú lo dices: Soy Rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz.

15 de Noviembre . XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario /B

Evangelio según san Marcos (13, 24-32)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«En aquellos días, después de esa gran angustia, el sol se hará tinieblas, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tambalearán.
Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y majestad; enviará a los ángeles para reunir a sus elegidos de los cuatro vientos, de horizonte a horizonte.
Aprendan de esta parábola de la higuera: Cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas,deducid que el verano está cerca; pues cuando vean ustedes suceder esto, sepan que él está cerca,a la puerta. Les aseguro que no pasará esta generación antes que todo se cumpla. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán, aunque el día y la hora nadie lo sabe, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, sólo el Padre.»

1 de Noviembre – Domingo de Todos los Santos /B

Evangelio según san Mateo (Mt 5-1,12a)

En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles:
–«Dichosos los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos los sufridos,
porque ellos heredarán la tierra.
Dichosos los que lloran,
porque ellos serán consolados.
Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia,
porque ellos quedarán saciados.
Dichosos los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia.
Dichosos los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz,
porque ellos se llamarán los Hijos de Dios.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos ustedes cuando los insulten y los persigan y los calumnien de cualquier modo por mi causa. Estén alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.»

28 de Octubre – XXX Domingo del Tiempo Ordinario /B

Evangelio según san Marcos (Mc 10,46-52)

En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó en compañía de  sus discípulos y de mucha gente, un ciego Bartimeo (el hijo de Timeo) se hallaba sentado al borde del camino pidiendo limosa. Al oír que el que pasaba era Jesús Nazareno, comenzó a gritar:
–Jesús hijo de David, ten compasión de mí.
Muchos le reprendían para que se callara. Pero él seguía gritando todavía más fuerte:
–Hijo de David, ten compasión de mí.
Jesús se detuvo y dijo:
–Llámenlo.
Y llamaron al ciego diciéndole:
–¡Ánimo!, levántate, porque él te llama.
El ciego tiró su manto; de un salto se puso en pie y se acercó a Jesús.
Entonces Jesús le dijo:
–¿Qué quieres que haga por ti?
El ciego le contestó:
–Maestro, que pueda ver.
Jesús le dijo:
–Vete, tu fe te ha salvado. 
Al momento recobró la vista y comenzó a seguirlo por el camino.

18 de Octubre – XXIX Domingo del Tiempo Ordinario /B

Evangelio según San Marcos (Mc 10,35-45)

En aquel tiempo [se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron:
–Maestro, queremos que nos concedas lo que vamos a pedirte.
Él les dijo:
–¿Qué es o que desean?
Le respondieron:
–Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda.
Jesús replicó:
–No saben lo que piden, ¿Podrán pasar la prueba que yo voy a pasar y recibir el bautismo con que seré bautizado?
Le respondieron:
–Si podemos.
Y Jesús les dijo:
–El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado.
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan.
Jesús, reuniéndolos, les dijo: (en la fórmula abreviada: reuniendo a los Doce, les dijo:)
–Ya saben que los jefes de las naciones las gobiernan como si fueran sus dueños y los poderosos las oprimen. Pero no debe ser así entre ustedes. Al contrario : el que quiera ser grande entre ustedes, que sea su servidor; y el que quiera ser el primero, que sea esclavo de todos. Porque el Hijo del Hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida por la redención de todos.