Etiqueta: Evangelio

12 de Julio – Domingo XI del Tiempo Ordinario /B

Evangelio según San Marcos (Mc 6,7-13)

En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce, los envió de dos en dos y les dio poder sobre los espíritus inmundos. Les mandó no llevaran nada para el camino: ni pan, ni mochila, ni dinero en el cinto, sino únicamente un bastón, sandalias y una sola túnica.

Y les dijo: “ Cuando entren en una casa, quédense en ella hasta que se vayan de ese lugar. Si en alguna parte no los reciben ni los escuchan, al abandonar ese lugar, sacúdanse el polvo de los pies, como una advertencia para ellos”.

Los discípulos se fueron a predicar el arrepentimiento. Expulsaban a los demonios, ungían con aceite a los enfermos y los curaban.

5 de Julio – Domingo XIV del Tiempo Ordinario /B

Evangelio según san Marcos (Mc 6,1-6)

En aquel tiempo fue Jesús a su tierra en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, se puso a enseñar en la sinagoga, y la multitud que lo escuchaba se preguntaba con asombro:
–¿De dónde aprendió este hombre tantas cosas? ¿De dónde viene esa sabiduría y ese poder para hacer milagros?  ¿ Qué no es éste el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago , José , Judas y Simón? ¿No viven aquí, entre nosotros, sus hermanas ? Y estaban desconcertados.
Pero Jesús les dijo:
–Todos honran a un profeta, menos los de su tierra, sus parientes y los de su casa.
Y no pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y estaba extrañado de la incredulidad de aquella gente. Luego, se fue a enseñar en los pueblos vecinos.

28 de Junio – XIII Domingo del Tiempo Ordinario /B

Evangelio según san Marcos (Mc 5,21-43)

En aquel tiempo, cuando Jesús regresó en la barca al otro lado del lago , se quedó en la orilla y ahí se le reunió mucha gente. Entonces se acercó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo. Al ver a Jesús, se echó a sus pies y le suplicaba con insistencia:
–Mi hija está agonizando. Ven, a imponerle las manos, para que se cure y viva.
Jesús se fue con él, y mucha gente lo seguía y lo apretujaba.
Había una mujer que padecía flujos de sangre desde hacía doce años. Muchos médicos la habían sometido a toda clase de tratamientos y se había gastado en eso toda su fortuna; pero en vez de mejorar, se había empeorado. Oyó hablar de Jesús, vino y se le  acercó por detrás entre la gente y le tocó el manto, pensando que, con solo tocarle el vestido, se curaría.
Inmediatamente se seco la fuente de sus hemorragias y notó que su cuerpo estaba curado. Jesús, notó al instante que una fuerza curativa había salido de él, se volvió hacia la gente y les preguntó:
–¿Quién ha tocado mi manto?
Sus discípulos le contestaron:
–Estás viendo como te empuja la gente y todavía preguntas: «¿quién me ha tocado ?»
Pero él seguía mirando alrededor, para ver quién había sido. Entones se acercó la mujer asustada y temblorosa, al comprender lo que había pasado; se postró a sus pies y le confesó la verdad. Jesús la tranquilizó diciendo:
–Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y queda sana de tu enfermedad.
Todavía estaba hablando Jesús, cuando unos criados llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle a éste:
–Ya se murió tu hija. ¿Para qué sigues molestando al Maestro?
Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga:
–No temas; basta que tengas fe.
No permitió que lo acompañaran más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Al llegar a la casa del jefe de la sinagoga, vio Jesús el alboroto de la gente y oyó los llantos los y los alaridos que daban. Entró y les dijo:
–¿Qué significa tanto llanto y alboroto?  La niña no está muerta, esta dormida.
Y se reían de él. Entonces Jesús echó fuera a la gente, y con los padres de la niña y sus acompañantes, entró donde estaba la niña. La tomó de la mano y le dijo:
–¡Talitá kum! (que significa: Óyeme, niña, levántate).
La niña que tenía doce años, se levantó inmediatamente y se puso a caminar. Todos se quedaron asombrados.
Jesús les ordenó severamente que no le dijeran a nadie, y les mandó que le dieran de comer a la niña.

21 de Junio – Domingo XII del Tiempo Ordinario /B

Evangelio según san Marcos (Mc 4,35-41)

Un día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos: «Vamos a la otra orilla del lago». Entonces los discípulos despidieron a la gente, y condujeron a Jesús en la misma barca en que estaba. Iban además otras barcas. De repente se desató un fuerte viento y las olas se estrellaban contra la barca y la iban llenándole agua. Jesús dormía en la popa, reclinado sobre un cojín. Lo despertaron y le dijeron: «Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?» Él se despertó, reprendió al viento y dijo al mar: «¡Cállate, enmudece!» Entonces el viento cesó y sobrevino una gran calma. Jesús les dijo: «¿Por qué tenían tanto miedo? ¿Aún no tienen fe?» Todos se quedaron espantados y se decían unos a otros: «¿Quién quién es éste, a quien hasta el viento y el mar le obedecen?»

14 de Junio – XI Domingo del Tiempo Ordinario /B

Evangelio según san Marcos (Mc 4,26-34)

En aquel tiempo decía Jesús a la multitud:
–El Reino de Dios se parece a lo que sucede cuando un hombre siembra la semilla en la tierra: que cuando pasan las noches y los días, y sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece; y la tierra por si sola, va produciendo el fruto: primero los tallos, luego las espigas, y después los granos en las espigas. Y cuando ya están maduros los granos, el hombre hecha mano de la hoz , pues ha llegado el tiempo de la cosecha.
Les dijo también:
–¿Con qué compararemos el Reino de Dios? ¿Con qué parábola lo podremos representar? Es como una semilla de mostaza que cuando se siembra , es la más pequeña de las semillas; pero una vez sembrada , crece y se convierte en el mayor de los arbustos y echa ramas tan grandes, que los pájaros pueden anidar a su sombra.
Y con otras muchas parábolas semejantes les estuvo exponiendo su mensaje, de acuerdo con lo que ellos podían entender. Y no les hablaba sino en parábolas; pero a sus discípulos les explicaba todo en privado.

7 de Junio – Domingo, Smo. Cuerpo y Sangre de Cristo.

Evangelio según San Marcos (Mc 14,12-16.22-26)

El primer día de la fiesta de los panes ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le preguntaron a Jesús sus discípulos:
–¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de la Pascua?
El le dijo a dos de ellos:
–Vayan a la ciudad. Encontraran un hombre que lleva un cántaro de agua; síganlo, y díganle al dueño de la casa en donde entre:  «El Maestro manda preguntar: ¿Dónde está la habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?».
Él les enseñará una sala grande en el segundo piso, arreglada con divanes. «Prepárennos allí la cena».
Los discípulos se fueron, llegaron a la ciudad, encontraron lo que Jesús les había dicho y prepararon la cena de Pascua.
Mientras cenaban, Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciendo:
–Tomen, esto es mi cuerpo.
Y tomando en sus manos una copa de vino, pronunció la acción de gracias, se la dio y todos bebieron.
Y les dijo:
–Esta es mi sangre, sangre de la alianza, que se derrama por todos. Yo les aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el Reino de Dios.
Después de cantar el himno, salieron hacia el Monte de los Olivos.

31 de Mayo – Domingo de la Santísima Trinidad.

Evangelio según San Mateo (Mt 28,16-20)

En aquel tiempo los once discípulos se fueron a Galilea, y subieron al monte en el que Jesús los había citado.
Al ver a Jesús, se postraron, aunque algunos titubeaban.
Entonces Jesús se acercó a ellos, y les dijo:
–Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan pues y enseñen a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándolas a cumplir todo cuanto yo les he mandado; y sepan que yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.

24 de Mayo – Domingo de Pentecostés

Evangelio según San Juan (Jn 20,19-23)

Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo : “ La paz esté con ustedes”. Dicho esto, les mostró las manos y el costado.

Cuando los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría. De nuevo les dijo Jesús : “La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo”. Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: “ Reciban al Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar”.

17 de Mayo – Domingo, Ascensión del Señor.

Evangelio según san Marcos (Mc 16,15-23)

En aquel tiempo se apareció Jesús a los Once y les dijo :” Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura. El que crea y se bautice, se salvará; el que se resista a creer, será condenado. Estos son los milagros que acompañarán a los que hayan creído: arrojarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos,y si beben un veneno mortal, no les hará daño; impondrán las manos a los enfermos y éstos quedarán sanos.

El Señor Jesús, después de hablarles, subió al cielo y está sentado a la derecha de Dios. Ellos fueron y proclamaron el Evangelio por todas partes, y el Señor actuaba con ellos y confirmaba su predicación con los milagros que hacían.