Etiqueta: Evangelio

23 de Noviembre–Domingo, Jesucristo Rey del Universo.

Evangelio según San Mateo (Mt 25,31-46)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
– «Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles ,  se sentará en su trono de gloria. Entonces  serán congregadas ante él todas las naciones, y él apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha:
"Vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo.
Porque estuve hambriento y me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber, era forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo y me visitaron, encarcelado y fueron a verme."
Entonces los justos le contestarán:
"Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, sediento y te dimos de beber?; ¿Cuándo te vimos de forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y te fuimos a ver?"
Y el rey les dirá:
"Yo les  aseguro que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron."
Entonces dirá también a los de su izquierda:
"Apártense de mí, malditos, vayan al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque estuve hambriento y no me dieron de comer, tuve sed y no me dieron de beber, era forastero y no me hospedaron, estuve desnudo y no me vistieron, enfermo y encarcelado y no me visitaron."
Entonces ellos le responderán:
"Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de forastero o desnudo, enfermo o encarcelado, y no te asistimos?"
Y él les replicará:
"Yo les aseguro que cuando no lo hicieron con uno de aquellos más insignificantes,  tampoco lo hicieron conmigo."
Entonces irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.»

16 de Noviembre–XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario /A

Evangelio según san Mateo (Mt  25,14-30)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
– «Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó.
El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos.
En cambio, el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.
Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a ajustar las cuentas con ellos.
Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo:
"Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco."
Su señor le dijo:
"Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor.
Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo:
"Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos."
Su señor le dijo:
"Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor.
Finalmente, se acercó el que había recibido un talento y dijo:
"Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder mi talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo."
El señor le respondió:
"Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Con que sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil echadle fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de dientes. »

9 de Noviembre–XXXII Domingo del Tiempo Ordinario /A

Evangelio según San Mateo (Mt 25,1-13)

En aquel tiempo Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: “ El Reino de los cielos es semejante a diez jóvenes, que, tomando sus lámparas, salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran descuidadas y cinco previsoras. Las descuidadas llevaron sus lámparas, pero no llevaron aceite para llenarlas de nuevo; las previsoras en cambio, llevaron cada una un frasco de aceite junto con su lámpara. Como el esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.

A medianoche se oyó un grito: `¡Ya viene el esposo! ¡Salgan a su encuentro! Se levantaron entonces todas aquellas jóvenes y se pusieron a preparar sus lámparas, y las descuidadas dijeron a las previsoras : `Dennos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando’. Las previsoras les contestaron : `No, porque no va a alcanzar para ustedes y para nosotras. Vayan mejor a donde lo venden y cómprenlo´.

Mientras aquéllas iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban listas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras jóvenes y dijeron: `Señor, señor, ábrenos’. Pero él les respondió: `Yo les aseguro que no las conozco´.

Estén, pues, preparados, porque no saben ni el día ni la hora”

2 de Noviembre – Domingo, Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos.

Evangelio según San Mateo (Mt 25,31-46)

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: “Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria.Entonces serán congregadas ante él todas las naciones, y él apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá las ovejas a su derecha y a los cabritos a la izquierda.

Entonces dirá el Rey a los de su derecha: `Vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo; porque estuve hambriento y me dieron de comer, sediento y me dieron de beber, era forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo y me visitaron, encarcelado y fueron a verme´. Los justos le contestarán entonces: `Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos? Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y te fuimos a ver?´Y el Rey les dirá: `Yo les aseguro que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron´.

Entonces dirá también a los de la izquierda: `Apártense de mí, malditos; vayan al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles; porque estuve hambriento y no me dieron de comer, sediento y no me dieron de beber,era forastero y no me hospedaron, estuve desnudo y no me vistieron, enfermo y encarcelado y no me visitaron´. Entonces ellos  le responderán: `Señor, ¿ cuándo te vimos hambriento o sediento, de forastero o desnudo, enfermo o encarcelado y no te asistimos?´ Y él les replicará: `Yo les aseguro que, cuando no lo hicieron con alguno de aquellos más insignificantes, tampoco lo hicieron conmigo´. Entonces irán éstos al castigo eterno y los justos a la vida eterna”.

1º de Noviembre–Sábado. Todos los Santos

Evangelio según san Mateo (Mt5,1-12)

En aquel tiempo, al ver Jesús a la muchedumbre, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles:
–«Dichosos los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos los sufridos,
porque ellos heredarán la tierra.
Dichosos los que lloran,
porque ellos serán consolados.
Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia,
porque ellos quedarán saciados.
Dichosos los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia.
Dichosos los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz,
porque ellos se llamarán los Hijos de Dios.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.»

26 de Octubre. Domingo XXX del Tiempo Ordinario /A

Evangelio según san Mateo (Mt 22,34-40)

En aquel tiempo, habiéndose enterado los fariseos de que Jesús había dejado callados a los saduceos, se acercaron a él. Uno de ellos, que era doctor de la ley, le preguntó para ponerlo a prueba:
– «Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la ley?» 
Jesús le respondió:
– “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser.”
Este mandamiento es el más grande y primero de los mandamientos. Y el segundo es semejante a éste:
"Amarás a tu prójimo como a ti mismo."
En estos dos mandamientos se fundan toda la ley y los profetas.»

19 de Octubre. Domingo XXIX del Tiempo Ordinario /A

Evangelio según san Mateo (Mt 22-15-21)

En aquel tiempo, se reunieron los fariseos para ver la manera de hacer caer a Jesús con preguntas insidiosas, en algo de que pudieran acusarlo. Le enviaron, pues, a algunos de sus secuaces , junto con algunos del partido de Herodes, para que le dijeran:
– «Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad y que nada te arredra , porque no miras el favor de nadie. Dinos, pues, qué piensas: ¿Es lícito o no pagar el tributo al César ? »
Conociendo Jesús la malicia de sus intenciones, les contestó :
– «Hipócritas, ¿por qué tratan de sorprenderme? Enséñenme la moneda del tributo. »
Ellos le presentaron una moneda . Jesús les preguntó:
– «¿De quién es esta imagen y esta inscripción?»
Le respondieron:
– «Del César.»
Y Jesús concluyó :
– «Den, pues, al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios.»

12 de Octubre. XXVIII Domingo del Tiempo Ordinario /A

Evangelio según san Mateo (Mt 22,1-14)

En aquel tiempo, volvió Jesús a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
– «El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados, encargándoles que les dijeran:
“Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda.
Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos.
El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados:
“La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda.”
Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales reparo en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo:
“Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?” El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros: “Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.”
Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos.»

5 de Octubre. Domingo XXVII del Tiempo Ordinario /A

Evangelio según San Mateo (Mt 21,33-43)

En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
– «Escuchad otra parábola: Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje.
Llegado el tiempo de la vendimia, envió sus criados a los labradores, para percibir los frutos que le correspondan. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro, y a otro lo apedrearon.
Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último les mandó a su hijo, diciéndose: "Tendrán respeto a mi hijo."
Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron: "Éste es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia."
Y, agarrándolo, lo empujaron fuera de la viña y lo mataron.
Y ahora, cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?»
Le contestaron:
– «Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores, que le entreguen los frutos a sus tiempos.»
Y Jesús les dice:
– «¿No habéis leído nunca en la Escritura:
"La piedra que desecharon los arquitectos
es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente"?
Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos.»